Las botas del granjero
Un granjero que se disponía a labrar su campo descubre que había olvidado las botas en casa, así que manda al peón a por ellas.
Cuando este llega a la casa busca a la criada y le dice: - El patrón me ha enviado aquí con ordenes de acostarme contigo. - Bueno si el patrón así lo ha dispuesto, que así sea -dice la criada.
Después de terminar con la criada se va el peón a donde la dueña, quien había presenciado la escena anterior, y le dice: - Y también traigo ordenes de acostarme con usted, mi ama.
- ¡No seas atrevido! ¡Eso no puede ser! -responde ella enojada por tal desparpajo.
- ¿Qué no? Y diciendo esto sale el peón al patio desde donde grita al granjero: - ¡¿Sólo una o las dos?!
- ¡Por supuesto que las dos, imbécil!