Lamento haberme ausentado estas semanas, pero es que la carga de trabajo ha sido fatal, pues apenas tengo tiempo para mi desayuno de un cigarrillo con café, pero bueno les dejo lo siguiente.
El amor, esa cosa que te hace vomitar de emoción y que después te deja tirado en una cantina llorando, Oh si, quien diría que esa cosita controla a casi todo ser humano, hace que cambie de humor de un estado de amargada bestia salvaje a un pacifico Gandhi.
A mediados de este año empecé a notar que mis amigos y yo junto con ellos, empezábamos a decirle adiós adiós a nuestros novios y fue como un verano otoño lleno de lagrimas y de ruptura. Pero algo paso, si, llego el invierno y pues parece que todos están emparejados.
Pero, ¿Cuál es la necesidad humana que empuja a alguien a estar emparejado?, ¿No es suficiente interacción con tus amigos y amantes ocasionales?, pues no, estamos tan solos en este mundo que aunque estemos rodeados de una multitud amistosa, nos sentimos solos, y pues encontrar a alguien que te suba el ego, te haga cariñitos mientras duermes, te sostenga el cabello mientras vomitas a cambio de poner tu cuerpo, un poco de materia gris y tu corazón resulta ser casi una ganga.
El amor es la cosa más interesada del mundo, aunque unos lo nieguen, pues si empezamos por el primer hecho, la propiedad, ¿Quién quiere que le pisen su pastito que con tanto amor riega?, que un idiota, cojonaso se atreva tan siquiera a besar esos labios que son propiedad privada, ahí esta amigo, el amor no es desinteresado.
El segundo hecho, nos priva de toda racionalidad, es como si nos prohibieran estudiar y tener acceso al conocimiento, simplemente hace tonta a las personas.
Tercero, puede ocasionar homicidios, ya saben celos extremos, y un Bang Bang muere perra, o algo por el estilo. De hecho el amor es un sentimiento agresivo, posesivo e intenso y todos sabemos que las cosas con esas características terminan mal.
Cuarto, toda cosa por servir, termina por acabar, y si el amor te deja destrozado, llorando, alcoholizado, mentando madres y después retractándose.
Así que usted dirá, ser homicida o amargado.
